miércoles, 6 de abril de 2016


Siete formas con las que un smartphone puede arruinar tu salud


El uso del teléfono móvil es realmente negativo para la salud. Tal es así que, según han sugerido varios expertos, estos dispositivos deberían incluir advertencias sanitarias por obligación, igual que ocurre con los paquetes de cigarrillos.
Algunos de los peores efectos tienen que ver con usar una herramienta de trabajo como si de un dispositivo “para el ocio” se tratase: uno no encuentra nunca el momento en el que desconectarse.
Incluso si se le da un uso más personal, para navegar y acceder a Facebook, sigue sin ser una buena idea pasar demasiado tiempo delante de la pantalla. Estas son las razones:

1) Los teléfonos móviles como herramienta de trabajo están provocando una “epidemia” de enfermedades relacionadas con el estrés.
Nuestros omnipresentes teléfonos móviles contribuyen a vivir con la sensación de no estar nunca “fuera de servicio”, lo cual está conduciendo a una especie de epidemia relacionada con el estrés.
Un informe del ayuntamiento de Camden (Reino Unido) reveló que actualmente uno de cada cinco días de enfermedad está vinculado al estrés y la depresión. Según sus conclusiones, la culpa de este fuerte aumento es de los teléfonos móviles.
El informe indica que el 20% de los días en que una persona estuvo enferma se debieron a problemas de salud mental. Este dato contrasta con el del 8% en el resto del país.
2) Pasar demasiado tiempo con el teléfono causa depresión.
Las personas que usan mucho sus smartphones son más propensas a sufrir depresión, independientemente de si lo hacen por motivos laborales o simplemente para consultar Facebook.
Un estudio de la Universidad Northwestern reveló que la gente que sufre depresión, en promedio, usa sus teléfonos hasta el triple de veces que la gente sana.
3) Te estás engañando a ti mismo respecto el tiempo que usas tu teléfono.
La mayoría de nosotros pasa cerca de un tercio del tiempo que estamos despiertos consultando nuestro teléfono inteligente, y lo peor de todo es que ni siquiera nos damos cuenta de ello.
Un estudio encargado de monitorear la forma en como los británicos utilizan sus teléfonos reveló que cada persona revisa su teléfono una media de 85 veces al día.
Cada británico pasa un promedio de cinco horas al día navegando en Internet, enviando mensajes y utilizando aplicaciones en sus teléfonos.
Esto supone el doble del tiempo que uno cree que pasa delante de su teléfono, según la Universidad Nottingham Trent.
4) Tu teléfono está fastidiando tus horas de sueño.
La luz azul que emite la pantalla de los smartphones le está diciendo a nuestro cuerpo que es de día, lo cual significa que no dormimos ni descansamos bien.
Un grupo de investigadores de Harvard descubrió que la luz azul podría “variar” el tiempo de sueño de una persona hasta un máximo de tres horas. Otros estudios demostraron que esa luz azul impide gozar del sueño sincronizado, uno de los dos estadios del sueño: el más reparador.
Un sondeo de Qualcomm en el que participaron 4.700 usuarios de teléfonos descubrió que hasta una de cuatro personas aseguran que sus horas de sueño se ven gravemente perturbadas por la tecnología.
5) Consultar el email temprano en la mañana puede provocar desórdenes psicológicos.
Muchos no pensamos en desactivar el correo electrónico en nuestros teléfonos, pero los psicólogos del Future Work Centre de Londres dicen que la mensajería instantánea se ha convertido en un “arma de doble filo”.
El equipo encuestó a casi 2.000 trabajadores procedentes de un amplio espectro de sectores y puestos de trabajo en el Reino Unido acerca de los pros y contras de acceder al correo electrónico desde el teléfono.
Descubrieron que dos de los hábitos más estresantes eran revisar, temprano en la mañana o ya avanzada la noche, el correo de todo el día.
Se detectó una “estrecha relación” entre el uso de la función “notificaciones push” –que actualiza automáticamente los correos electrónicos en el teléfono tan pronto como se reciben en el servidor– y la presión derivada de recibir tantos emails.
Los investigadores dijeron lo siguiente: “Una opción es activar la aplicación que gestiona el correo electrónico cuando quieras utilizarla y desactivarla en los períodos en los que no quieres ser interrumpido por los correos entrantes”.
6) El uso de teléfonos es adictivo y nos afecta de la misma forma que podría hacerlo la cocaína.
Obviamente una fuerte adicción a la cocaína es mucho peor para la salud, pero la adicción a la tecnología puede afectar nuestra psique de una forma similar.
El profesor Ofir Turel de la Universidad Estatal de California, Fullerton (Estados Unidos), explicó que se calcula que hasta un 11% de las personas que viven en países occidentales sufre algún tipo de adicción a la tecnología.
Turel explica que los escáneres cerebrales muestran hasta qué punto los usuarios de Facebook reaccionan con un pico de tensión cerebral “impulsivo” cuando ven imágenes de la página web, algo similar a lo que les ocurre a consumidores de drogas.
El profesor Turel hizo un seguimiento del cerebro de 20 voluntarios. Descubrió que los sistemas de la amígdala cerebral, una parte involucrada en la adicción a las drogas, se veían afectados cuando las personas veían imágenes de Facebook.
7) Pasar todo el día mirando el teléfono puede minar tu creatividad.
De acuerdo a investigadores de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido), el uso excesivo del teléfono móvil puede ir en detrimento de la creatividad, por lo que los dispositivos deberían incluir una advertencia sanitaria.
En su investigación, expertos de la Universidad de Bournemouth descubrieron que un 24% de adolescentes de entre 13 y 17 años estuvieron en línea “prácticamente de forma constante” con sus smartphones. Actuaban como si fueran adictos.
Los investigadores sugirieron que las empresas tecnológicas deberían incluir advertencias para minimizar el riesgo de caer en este comportamiento adictivo.
“Esta investigación ha demostrado que el uso excesivo y obsesivo, así como la preocupación por la tecnología, están asociados con comportamientos no deseables como la reducción de la creatividad, la depresión y la desconexión de la realidad”, dijo el doctor Raian Ali de la Universidad de Bournemouth.